Protección animal

Un juzgado ha condenado a prisión al dueño de una perra de raza bóxer por un caso muy grave de maltrato animal. El hombre dejó a su perra encerrada en una vivienda, sin comida ni agua, y se marchó sin avisar a nadie ni preocuparse por el animal. La situación se descubrió cuando la Guardia Civil acudió a la casa tras un aviso por un incendio y, al entrar, encontraron el cadáver de la perra, que estaba muy delgada y en condiciones lamentables.

El dueño reconoció que había abandonado la vivienda y que no había dejado a nadie encargado de cuidar al animal. Según los agentes, la casa estaba vacía y no había ni comida ni bebida para la perra. La necropsia confirmó que la causa de la muerte fue la inanición, es decir, la perra murió de hambre y sed, y no por el incendio.

El juez ha considerado que el dueño es responsable de un delito de maltrato animal con resultado de muerte, por omitir los cuidados más básicos que cualquier animal necesita para sobrevivir. Además de la pena de prisión, se le ha prohibido durante cuatro años tener animales o trabajar en cualquier actividad relacionada con ellos. La sentencia todavía no es firme y el condenado puede recurrirla ante la Audiencia Provincial.